sábado, 27 de abril de 2013

Días grises

Uno de esos días en los que despiertas sola en casa, en los que parece que tienes todo el tiempo del mundo solo para ti.
Te levantas, te das una ducha con música de fondo y te olvidas de las preocupaciones. Sin nadie que te moleste o te distraiga.
Solo tu, contigo misma.

Después de varios días soleados, un día gris se agradece tanto como un día caluroso en pleno invierno.
Es nostálgico e inspirador. Te muestra un lado salvaje y tranquilo. Una mezcla de relajación y tristeza. Como un suspiro del tiempo, cansado de la monotonía. Pues cuando no hay límite de tiempo, el tiempo deja de existir... Y los hechos se pueden volver repetitivos.

Amo los dias grises. Especialmente los días de tormenta.
¿Sabes cual es la única pega?
El dolor de cabeza.

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