domingo, 26 de enero de 2014

Dividida.

Una super defensora del amor y del dejarse llevar por los sentimientos, en crisis. Por primera vez me atacan las dudas sobre si de verdad eso es lo mejor.





Con el corazón dividido en sangre y neuronas, una chica escribe en un papel cosas buenas y malas de los dos chicos que rondan en su cabeza, diferentes, mas bien contrarios, una elección dificil.

Cuando la mente le habla al corazón para decirle que deje de sufrir y lo deje actuar, el órgano no sabe si de verdad debe quitarse del medio... Al fin y al cabo, es su función. Bombea sangre y se arrebata cuando quiere... Cuando siente. Las neuronas actúan de manera racional, sistemática, obviando si esa sonrisa le produce o no mariposas en el estómago o dolores en el pecho de tanto llorar.

Y allí estaba ella, sacando a relucir las mejores virtudes y los peores defectos de cada uno, comparando y repasando. La respuesta estaba clara: La opción del cerebro era infinitamente mejor a la del corazón, pero por alguna extraña razón, aún tenía la espinita que le impedía decidirse.

¿Izquierda o derecha?





Y tan rápido como vino, se fue, dejando su aroma, la suave brisa con el sonido de su risa, la última mirada.

Dejando mi mundo patas arriba, sin un rumbo que seguir, sin propuestas. Y dudas. Y mi corazón doliendo cuando le recuerda.

Sé feliz, pequeño trotamundos. Y en caso de que no sepas seguir, recuerda que estoy aquí. Como siempre.
Al final solo nos quedan los recuerdos.

jueves, 16 de enero de 2014

Conoces...?



¿Conoces esa sensación de vacío, en la que parece que te arrancan las entrañas? Te dan ganas de vomitar, con el ánimo en los pies y las piernas llevándote a la cama, a descansar tu mente inquieta.

Y es cierto que quien busca en lo que no debe encuentra lo que no quiere... Pero cuando quieres a alguien buscas por donde puedes.

Como siempre el amor duele, y aceptar el pasado de una persona no siempre es fácil. Pero si te has lanzado a la piscina, es demasiado tarde para echar un vistazo al nivel de agua.